Ventajas que nos ofrece el agua según su temperatura
AGUA MUY CALIENTE
Es muy recomendable para pieles grasas y pieles sensibles o con rojeces. Su aplicación sobre la piel epidermis la limpia y ablanda dilatando los capilares y estimulando la circulación.
AGUA CALIENTE
El uso de agua caliente dilata los capilares y estimula la circulación y las secreciones. Esta temperatura es muy recomendable para cualquier tipo de piel tomando la precaución de evitar la exposición a esta temperatura de los vasos capilares dilatados o enrojecidos.
AGUA TEMPLADA
El agua templada tiene un efecto calmante y limpia suavemente. Esta temperatura es muy adecuada para todos los tipos de piel.
AGUA FRÍA
Aplicar agua fría permite refrescar y aumentar el tono de la piel. ¿Cómo? Contrayendo los capilares y poros e inhibiendo las secreciones. Esta temperatura es conveniente para todo tipo de piel pero teniendo en cuenta que hay que ser precavidos también en los casos de vasos dilatados y capilares.
HIELO
Se recomienda para pieles con poros dilatados ya que los contrae debido al efecto refrescante y al aumento del tono que provoca.
Efectos y beneficios del agua sobre la piel antes de dormir
Si quieres relajarte antes de dormir y asegurarte así un sueño más reparador y placentero es muy recomendable que disfrutes de una ducha de 20 minutos a una temperatura de entre 34 y 37 grados. Utilizar productos con esencias de manzanilla o de lavanda potenciará ese efecto relajante. Para finalizar la ducha acaba con agua templada y después envuélvete en una toalla para disfrutar del descanso unos minutos.
Otra opción es tomar una ducha de al menos 10 minutos con agua de temperatura menor a 39 grados y finalizar con un chorro de agua fría.
Y no olvides que la calidad del agua influye mucho en el cuidado de tu piel además de en el de tu cabello. Así que asegúrate que el agua de tu grifo es la adecuada. En el caso de que no lo sea la osmosis inversa o un descalcificador son soluciones ideales para obtener esa calidad.
Cómo el agua hidrata y beneficia la piel
Beber las cantidades de agua suficientes es fundamental para un organismo sano. Los adultos somos entre un 60% y un 70% agua, de ahí la importancia de este líquido para nuestro cuerpo, que tiene que ver con los procesos más importantes del organismo.
En lo referente a la piel, el agua transporta los nutrientes, vitaminas y minerales como calcio, magnesio y sodio. La piel también necesita vitaminas que serán transportadas por este líquido.
El agua favorece a la piel porque:
- Mantiene el tono de la piel, evitando flacidez y deshidratación, especialmente importante durante el embarazo, cuando la piel de algunas zonas sufre cambios. Utiliza productos de aloe vera para aumentar la hidratación.
- Hidratar la piel y limpiar las imperfecciones, evitando granos y poros dilatados.
- Equilibrio de la glándula sebácea.
- Las aguas que cuentan con un alto contenido en magnesio ayudan a la relajación muscular, por lo que son un calmante y energético natural.
- En el caso de las aguas con mayor contenido de hierro, aportan beneficios para una correcta oxigenación tisular y contribuyen a una mayor oxigenación de las células.
El agua contribuye a que la piel contenga los nutrientes que necesita por parte del organismo, por lo que esta es una de las inversiones más baratas y sencillas para mantener en buen estado la piel y siempre debe ser un complemento a cualquier crema o tratamiento.
Por supuesto, si esta agua es de calidad, obtendrás mejores beneficios para tu piel y para tu organismo, de ahí las ventajas que nos ofrecen los descalcificadores y la ósmosis.