Todos tenemos en mente el fuerte olor y el gusto del agua con cloro de las piscinas municipales, que tienen la obligación de garantizar un nivel de higiene máximo. En realidad, eso no es lo que uno quiere encontrarse en su vaso de agua. Sin embargo, el agua del grifo contiene cloro. ¿Esto debe crear alarma? ¿Se puede beber agua con cloro sin miedo? ¿Se puede reducir el cloro del agua del grifo?
Analizamos la situación.
Datos de Interés
- Los servicios responsables del tratamiento de agua potable añaden cloro al agua del grifo para desinfectarla y reducir los riesgos de retro contaminación.
- En España la cloración del agua está sometida a regulaciones estrictas que garantizan que no supondrá ningún daño para la salud humana.
¿Por qué hay cloro en el agua del grifo?
”El control sanitario del agua de consumo humano es un objetivo prioritario de la salud pública. Las Directivas europeas y la legislación nacional están destinadas a garantizar que el agua de consumo sea salubre y limpia, eliminando o reduciendo la concentración de contaminantes microbiológicos y físico – químicos que puedan afectar a la salud humana. «
El agua del grifo está sujeta a drásticas medidas gubernamentales que tienen como objetivo garantizar un agua de calidad y sin riesgo para la salud pública. El agua como recurso natural, recorre diferentes ambientes que la contaminan de modo más o menos grave antes de llegar a nuestras tuberías. Esta contaminación puede ser natural (microbios, bacterias) o artificial como consecuencia de la actividad humana (productos químicos, contaminación atmosférica).
Para garantizar que nuestro organismo no se vea afectado por estos contaminantes, el agua del grifo se purifica en una planta de tratamiento de agua. La última etapa de este tratamiento consiste en añadir cloro en el agua para evitar cualquier retro-contaminación durante su distribución hasta las redes municipales. En efecto, el cloro es el desinfectante más eficaz, elimina la gran mayoría de contaminantes del agua y conserva su poder desinfectante en todo momento.
¿El cloro comporta algún riesgo para la salud?
En España el agua del grifo no puede tener una concentración de cloro mayor de 2 mg de cloro por litro . Es evidente que la administración no utilizaría el cloro para tratar el agua del grifo si hubiera indicios de que puede representar un peligro real para nuestra salud. Incluso sería pertinente recordar que el cloro del agua potable ha permitido reducir considerablemente la tasa de mortalidad, ya que ha reducido los riesgos de infección y enfermedades transmitidas por el agua, una ventaja de la que más de 748 millones de individuos en el mundo no se pueden beneficiar.
Sin embargo, como cualquier otra sustancia química, el cloro no está exento de riesgo. En contacto con materias orgánicas presentes en el agua, el cloro puede formar «subproductos» de cloración que se han asociado a un aumento potencial del riesgo de padecer cáncer. El desarrollo de estos subproductos depende sobre todo de la calidad del agua y de la cantidad de cloro utilizado. En España el agua del grifo es generalmente de buena calidad, y los riesgos son mínimos.
¿Algunos consejos para eliminar fácilmente el cloro del agua del grifo?
Si bien el agua con cloro del grifo no representa un riesgo inmediato para la salud, sí puede tener a veces un olor o un gusto « a lejía » poco agradable cuando se consume. Tanto por razones de olor, gusto o salud aquí tienes unos cuantos consejos para eliminar el cloro del agua del grifo.
- Dejar el agua en reposo: el cloro es una substancia que se evapora rápidamente. Cuanto más se deja reposar, más disminuye su concentración de cloro. Por lo que se puede llenar una garrafa de agua por la mañana y dejarla en reposo al aire libre o en la nevera y consumirla a lo largo del día. Hay que tener precaución ya que es recomendable beber esta agua dentro de un plazo de 24 horas para evitar cualquier tipo de contaminación.
- Poner agua a hervir: El hervido permitirá reducir la concentración de cloro en el agua, el cloro se evaporará con el calor. También permite destruir bacterias y microbios. Por ello es una buena alternativa al agua envasada para lactantes y personas con un estado delicado de salud.
- Invertir en una jarra filtrante: Sistema más caro y menos ecológico que permite eliminar el cloro del agua. Sobre todo es necesario acordarse de cambiar los filtros regularmente para que no se transformen en un nido de microbios y otras partículas contaminantes.
- Invertir en un dispensador de agua: Solución ideal para empresas, una fuente de agua con filtro de carbón activo permite filtrar el cloro y mejorar el gusto del agua sin tener que recurrir a un sistema de garrafas de agua, más caro y más incómodo.
Para más información sobre la concentración de cloro en el agua de tu grifo, puedes contactar con la Consejería de de Sanidad de su Comunidad Autónoma, con la empresa de aguas que gestiona el suministro de agua en tu municipio, con el propio municipio, o bien a través del acceso al ciudadano en el Sistema de Información Nacional de Aguas de Consumo – SINAC.