1. BEBER AGUA MEJORA LA CONCENTRACIÓN Y EL RENDIMIENTO
Especialmente en las empresas con un gran volumen de pedidos y en las que los empleados corren de una reunión a otra, el estrés está preprogramado. Y con el aumento del estrés, también se descuida beber agua. El estudio TK Drinking Study 2019 revela que el 45% de los encuestados olvida beber agua cuando está estresado.
Al mismo tiempo, el cerebro ya se ve visiblemente perjudicado por la pérdida de líquidos entre un 2 y un 4%. Es decir, disminuye la capacidad de concentración y se reduce el rendimiento. Así que no es de extrañar que la productividad se quede por el camino.
Tampoco es de extrañar los dolores de cabeza después de largas reuniones o comidas. Hay una solución muy sencilla para ambos problemas: beber mucha agua y hacerlo con regularidad. Sin embargo, es importante no beber agua sólo cuando se tiene sed. Cuando se tiene sed, el cuerpo ya está perdiendo alrededor de medio litro de líquido.
Los dispensadores de agua en las empresas, colocados en un lugar bien visible, ayudan a desarrollar un comportamiento saludable a la hora de beber. Con un dispensador de agua, los empleados tienen fácil acceso a agua potable y se les recuerda automáticamente que deben beber agua al pasar por delante.