Esta duda es frecuente y la explicación está en ¡el hipotálamo!
El hipotálamo es la región del cerebro responsable de una serie de funciones como el control de la libido y la saciedad. Esta región encefálica también tiene otras atribuciones, como la voluntad de comer o beber agua, que a veces se confunden.
¿De dónde procede la sensación simultánea de hambre y sed?
Si el organismo está deshidratado, el cerebro comienza a estimular al individuo para que se rehidrate. Lo curioso es que puede haber un estímulo simultáneo: esa sensación de hambre orgánica.
En esta situación, la persona no sabe si beber agua o comer. Esto sucede porque las fuentes de alimentos orgánicos también tienen cierta concentración de líquido.
Esta cantidad de agua ofrecida por el alimento varía, pero el cerebro no va tan lejos. Sólo emite alertas sobre las necesidades corporales, ya sea hambre o sed.
¿Por qué las ganas de comer más pueden ser sed?
Es frecuente que una persona termine de comer y, sin embargo, siga teniendo hambre. O cree que la tiene. Mientras no haya otros factores implicados, ésta puede ser la señal más evidente de que el cuerpo está deshidratado.
Esa necesidad de seguir comiendo es la forma que tiene el cerebro de decir que todavía falta algo. ¡Ese «algo» es el agua! Fíjate en que ya había una alimentación en curso, en la que estabas aportando pequeñas cantidades de líquido.
¿Cómo ayudar al cerebro a diferenciar entre hambre y sed?
La respuesta a esta pregunta es sencilla: sólo tiene que evitar que su organismo mantenga un déficit de agua. Para ello, debe beber el volumen diario de agua recomendado. Este ritmo equilibrado es importante para que el agua llegue poco a poco a todas las partes del cuerpo.
Consejo: Prioriza la ingesta de líquidos, distribuyendo la cantidad indicada a lo largo del día.