El agua no es sólo un elemento importante, ¡es indispensable para la vida humana!
Transporta oxígeno y nutrientes a las células:
Una de las funciones del agua en el cuerpo es transportar los nutrientes que ingerimos a las células a través de la sangre. La sangre está compuesta por más de un 90% de agua y cuando ingerimos poca agua la sangre se vuelve más densa, dificultando este proceso.
Regula la temperatura corporal:
Agua que se almacena en las capas medias de la piel y que, cuando el cuerpo se calienta, llega a la superficie a través del sudor.
Ayuda al buen funcionamiento del aparato digestivo:
El intestino necesita agua para funcionar correctamente. La deshidratación puede causar problemas digestivos, estreñimiento y un estómago demasiado ácido.
Ayuda al buen funcionamiento de las vías respiratorias:
Cuando se está deshidratado, el cuerpo restringe las vías respiratorias en un esfuerzo por minimizar la pérdida de agua.
Previene el daño renal:
Los riñones regulan los líquidos del organismo. Una cantidad insuficiente de agua puede provocar cálculos renales y otros problemas.
Ayuda a mantener la tensión arterial:
La falta de agua puede hacer que la sangre se espese, aumentando la tensión arterial.
Protege el cerebro, la médula espinal y otros tejidos sensibles:
La deshidratación puede afectar a la estructura y el funcionamiento del cerebro y causar problemas de razonamiento. También interviene en la producción de hormonas y neurotransmisores.
Ayuda a la salud de la piel:
Con la deshidratación, la piel puede volverse más vulnerable a las enfermedades cutáneas y a las arrugas prematuras.
Lubrica las articulaciones:
El cartílago, que se encuentra en las articulaciones y los discos de la columna vertebral, contiene alrededor de un 80% de agua.
Elimina los residuos del organismo:
El agua es esencial en los procesos de transpiración y eliminación de orina y heces.