Llega el buen tiempo y, con él, la necesidad de depurar nuestro organismo. De hecho, es en primavera cuando más se suele buscar información acerca de cómo depurar el cuerpo para vernos radiantes durante el verano. Sin embargo, las dietas depurativas no deberían hacerse tan solo para vernos mejor físicamente, también son necesarias por los múltiples beneficios que conllevan para el organismo. Eso sí, siempre que siga unas pautas equilibradas teniendo en cuenta las necesidades de nuestro propio cuerpo.
Cómo depurar el cuerpo de forma saludable
Las dietas depurativas son una forma de eliminar toxinas y exceso de grasa con tal de sentir una mayor energía y vitalidad. Y para ello existen múltiples pautas a seguir, aunque lo mejor es tomarlo como un estilo de vida saludable al que recurrir cuando sea necesario, sin caer en dietas estrictas basadas en poco consumo calórico.
Lo mejor para depurar el cuerpo es basar la alimentación en su mayor parte por frutas, verduras, hortalizas y platos ricos en fibra. Además, deben evitarse las llamadas grasas malas y apostar por aquellas que son más saludables, como el aceite de oliva virgen extra. Por otra parte, las proteínas son necesarias, pero es mejor por comer aquellas que sean ligeras, como el pavo, el pollo, legumbres, huevos o pescados.
La sal y el azúcar, mejor evitarlas. Por una parte, un exceso de sal en las comidas puede contribuir a la retención de líquidos, mientras que el azúcar tan solo aporta calorías vacías al organismo.
Es vital beber agua para depurar el cuerpo. Para ello es necesario consumir abundante agua durante el día, sobre todo si hace calor. Y podemos complementar el consumo de agua osmotizada con preparar infusiones, batidos, zumos o agua de sabores que ayuden a la depuración, como por ejemplo los conocidos batidos détox naturales. Para que tus bebidas tengan el máximo sabor, utiliza un equipo doméstico de ósmosis inversa para transformar el agua del grifo y eliminar sabores desagradables en los batidos de fruta natural.
Beneficios de depurar el cuerpo
Como hemos comentado, el mayor beneficio de depurar el cuerpo es la eliminación de las toxinas acumuladas. Este tipo de toxinas suelen generarse en el propio organismo debido al exceso de alcohol o a hábitos de vida poco saludables, como el sedentarismo. También influye un estilo de vida frenético y con estrés. Un exceso de toxinas puede provocar daños en las células, afectando a nuestra piel, o incluso provocarnos malestar, cefaleas y problemas digestivos.
La desintoxicación del cuerpo conlleva múltiples beneficios, como un mayor equilibrio pH de la piel, frenar el envejecimiento de la piel, mejorar el sistema inmunológico, equilibrar los niveles de azúcar en sangre y el colesterol y, por lo tanto reducir el riesgo de sufrir múltiples enfermedades.
Se recomienda realizar este tipo de dietas alcalinas o depurativas un par de veces al año, sobre todo en los cambios de estación como la primavera. Sin embargo, siempre hay veces en las que el propio cuerpo puede estar pidiéndotelo, por ejemplo si padeces psoriasis o acné o sientes hinchazón, malestar y dolores de cabeza.
La importancia del agua en la depuración
El agua es de vital importancia y uno de los pilares fundamentales en la depuración de nuestro cuerpo. Es el agua la que permite mantener el cuerpo hidratado y, por lo tanto, asegurar el buen funcionamiento de órganos vitales como los riñones, los cuales aseguran esa eliminación de toxinas del cuerpo. De hecho, el consumo de frutas, verduras y hortalizas en este tipo de dietas es tan importante por la gran cantidad de agua que contienen estos alimentos.
Y así como cobra importancia la cantidad de agua, también lo hace la calidad. Un agua con exceso de cal o con substancias nocivas en suspensión pueden provocar el efecto contrario al que se desea, además de aportar posibles malos sabores y olores desagradables en las comidas.
La mejor forma de conocer el tipo de agua que sale del grifo de tu casa es a través de un test de agua. Los profesionales especializados podrán ofrecerte equipos de ósmosis o descalcificadores según la calidad del agua que consumes.