servir agua filtrada

Servir agua filtrada en restaurantes

En la actualidad, el agua filtrada en restaurantes es una tendencia en auge. Muchos establecimientos apuestan por una materia prima de calidad, con carne ecológica o pescado y marisco fresco, pero hasta hace unos años, eran muy pocos los bares y restaurantes que se fijaban en la calidad del agua que ofrecían. Sin embargo, está habiendo un cambio de tendencia relacionada con la necesidad de servir agua filtrada y de calidad a los comensales. Y la causa va más allá de servir calidad, pese a que también tiene mucho que ver, porque también influye el ahorro tanto económico como el de consumo de plásticos.

 

Agua del grifo o agua embotellada

En algunas zonas de España es normal y está totalmente aceptado el hecho de servir agua del grifo, especialmente en zonas de interior como Madrid donde el agua no contiene un exceso de cal o dureza. De hecho, está práctica también es habitual en países como Reino Unido, Irlanda o Estados Unidos.

Pero este no es el caso de la mayor parte de nuestro país, en el que muchas zonas sobrepasan los límites establecidos por la OMS de entre 100 y 300 miligramos de carbonato de calcio por litro de agua. En las zonas costeras, en especial en la cuenca mediterránea, la dureza del agua supera estos valores y por lo tanto el agua que sale del grifo contiene cal, malos sabores y olores desagradables, por lo que no es posible ofrecer este tipo de agua en los establecimientos.

 

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Para ello, la alternativa más común hasta ahora ha sido ofrecer agua embotellada, en vidrio o en botellas de plástico. Y aunque esta solución proporciona agua sin malos olores ni sabores y más agradables para el cliente, también puede contener microplásticos en el caso de las botellas de plástico, por no hablar de los problemas de almacenaje y el gran coste económico que supone a la larga.

 

Ventajas del agua filtrada

Un agua filtrada cuenta con la ventaja principal de que entra directamente a tu establecimiento, como si de agua del grifo se tratase, pero sin malos olores o sabores, cal y substancias no deseadas. Es decir, agua directa y de calidad.

Por otra parte, el hecho de apostar por comprar un equipo puede parecer caro de primeras, pero es un dinero que se invierte en no tener que volver a comprar más agua embotellada, que ya de por sí suele tener un coste elevado debido a todos los procesos que conlleva; producción, transporte, almacenamiento, refrigeración, etcétera. A la larga, supone un gran ahorro económico el poder disponer de agua filtrada en tu propio establecimiento.

El ahorro de espacio es otra de las grandes ventajas. En muchas ocasiones los establecimientos deben destinar parte de su local al almacenamiento de alimentos y bebidas, entre ellas el agua. Y, por supuesto, el agua acaba abarcando gran parte de este espacio, ya que en un restaurante o bar nunca puede faltar. Con un equipo de filtrado del agua no es necesario disponer de un espacio reservado solo para garrafas o botellas, puesto que el agua sale directamente de la máquina o del propio grifo.

Por último, no debemos olvidarnos de la reducción en el impacto medioambiental. Consumir agua embotellada en plásticos genera millones de toneladas de este material que, además, no es biodegradable y tarda centenares de años en desintegrarse. Nuestro planeta ya tiene grandes masas de plásticos flotando por el océano, y las soluciones para evitarlo es el de reducir este tipo de materiales.

 

Los equipos para servir agua filtrada en restaurantes

Un agua filtrada puede conseguirse a través de distintos equipos. De hecho, antes de tomar la decisión de comprar, es importante informarse de todos los equipos disponibles y de cuál de ellos se puede ajustar mejor a tu bar o restaurante, ya sea por espacio, cabal de agua, comensales y clientes, cantidad de agua a filtrar, etcétera.

Los equipos de ósmosis suelen ser los más reconocidos a la hora de filtrar el agua. Este tipo de equipos contienen una membrana osmótica semipermeable que implementa los niveles más estrictos de filtración, ejerciendo de barrera contra sales, materias inorgánicas y sustancias orgánicas que se encuentran en suspensión. Así pues, el resultado es un agua sin impurezas, y lista para ser bebida o incluso para ser utilizada a la hora de cocinar.

Por otra parte, encontramos los dispensadores, los cuales proporcionan un agua limpia y, además personalizable en cuanto a su temperatura, pudiendo elegir entre agua fría, del tiempo o con gas.

En resumen, servir agua filtrada en tu bar o restaurante puede suponerte múltiples ventajas, que van desde ofrecer agua de calidad a tus comensales hasta un ahorro económico y en la reducción y el consumo de plásticos. Antes de decantarte por un equipo u otro, lo ideal es dejarte asesorar por expertos del agua, que tratarán de encontrarte el equipo adaptado a las necesidades de tu establecimiento.

 

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