En teoría, la respuesta a la cuestión de “a qué huele el agua” es bien sencilla: el agua no debería oler a nada. Por definición, el agua es incolora, inodora e insípida. De todas maneras, todos somos capaces de distinguir cuando el agua huele bien o mal. Así que si en nuestro hogar notamos un olor del agua un tanto especial o diferente de lo habitual, deberíamos preocuparnos y solicitar que nos lleven a cabo un análisis completo del agua del grifo. Los cambios bruscos y repentinos en el olor del agua se pueden deber a múltiples factores, pero normalmente se atribuyen a la presencia de sustancias u organismos contaminantes.
Y es que el agua que llega a nuestros domicilios a través de la red de distribución tiene que pasar por un recorrido kilométrico de tuberías y conductos hasta salir por nuestro grifo. Entre medio, puede haber contaminación causada por virus y bacterias, y para ello es preciso purificar el agua. Un equipo de ósmosis es la solución más efectiva para acabar con este problema.
El agua huele mal por un exceso de productos químicos
Más allá de que las autoridades sanitarias y gubernamentales nos aseguren que el agua es potable y apta para el consumo humano, como consumidores debemos buscar soluciones para poder proporcionar a nuestra familia el agua de la más alta calidad. El agua del grifo puede oler mal por muchos motivos, pero el más frecuente es por el exceso de productos químicos que las compañías distribuidoras usan para potabilizar el agua.
El mal olor del agua es habitual en verano, cuando por causa del calor, las compañías suministradas tienen que usar más cloro para eliminar bacterias, hongos y virus del agua. Esa mayor dosificación del cloro es uno de los motivos por los que huele mal el agua del grifo. Pese a que nos garanticen que el cloro, en esa concentración, no es un peligro para nuestra salud, lo cierto es que tiene un impacto muy negativo y desagradable en el sabor del agua.
Las tuberías antiguas pueden ocasionar mal olor en el agua
Otro compuesto químico que puede encontrarse en el agua y que es responsable del mal olor es el azufre. Dependiendo de la zona geográfica o de los cambios meteorológicos o estacionales, también puede estar presente en el agua, y hay que tomar medidas drásticas cuando notemos su presencia en el agua. Un equipo de ósmosis doméstica es suficiente para acabar con estos problemas y poder disfrutar de agua de la máxima calidad y pureza en cada vaso.
Otro de los motivos que hay detrás del mal olor del agua es el mal estado de las tuberías. Las cañerías y los desagües no duran toda la vida. Actualmente, en las nuevas construcciones, se instalan tuberías de plástico, pero si vivimos en un edificio antiguo, es posible que las cañerías estén construidas aún con materiales como el plomo, un material que se usaba antaño pero que ahora ya no se usa debido a su repercusión negativa para la salud.
Los accidentes o los cambios climatológicos pueden cambiar el olor del agua
Otro elemento que puede distorsionar el olor del agua es la presencia de algas en los pozos o en las plantas potabilizadoras. Las compañías del suministro del agua emplean pesticidas y otros productos químicos para eliminar las algas. El uso de estos productos químicos está regulado y autorizado por los organismos públicos, pero de todas maneras, es posible que el motivo que mal olor del agua se deba al uso de estos pesticidas.
El motivo del mal olor del agua puede ser también que en la red de agua haya habido contaminación externa, como consecuencia de accidentes o vertidos. Todos recordamos haber oído noticias acerca de la contaminación del agua como consecuencia de accidentes en explotaciones mineras, industriales, etc. Estos casos son poco frecuentes, afortunadamente, pero no podemos descartar que ocurran en algún momento a causa de una crisis medioambiental.
Un equipo de ósmosis inversa soluciona el problema del mal olor del agua
Como consumidores y padres de familia, deberíamos tomar conciencia de la importancia de tener en nuestro domicilio agua del grifo de calidad y con la máxima garantía de pureza. Los equipos de ósmosis doméstica son lo que mejor respuesta dan a la falta de calidad y al déficit de pureza. Un equipo de ósmosis consta de una serie de filtros y membranas que logran eliminar del agua todas aquellas sustancias responsables del mal olor y del mal sabor.
Los equipos de ósmosis se instalan muy fácilmente, debajo del grifo de la cocina. Hoy en día hay modelos muy compactos, que ocupan muy poco espacio y que nos permiten disfrutar en nuestro domicilio del agua más pura y segura que podamos encontrar. Este tipo de equipos son los más adecuados para tener en nuestro domicilio agua buena y sin olores desagradables causados por múltiples circunstancias.