En los últimos años hemos visto cómo las toallitas húmedas del WC se han convertido en una nueva tendencia de los consumidores. Sólo hay que ir al supermercado y ver que son uno de los productos de mayor éxito, y con facilidad saltan de la estantería a nuestro carrito. Lo que ocurre es que este producto tiene una cara oculta, se ha convertido en uno de los principales problemas para la gestión pública del agua.
Todos hemos comprado alguna vez toallitas húmedas del WC. Este producto tiene en realidad muchos usos. Originariamente y mayoritariamente se usan para higiene personal, tanto de bebés como de adultos. Pero visto el éxito que ha tenido este formato (por su facilidad de uso, precio y accesibilidad), algunos fabricantes de productos de limpieza para el hogar también han sacado al mercado toallitas desechables para limpiar muebles, electrodomésticos, madera, etc.
La gestión de las toallitas húmedas se ha convertido en un gran reto
El problema de las toallitas húmedas es que en mucha ocasiones, acaban en la taza del WC. Los fabricantes de toallitas húmedas aseguran que el material del que están hechas las toallitas cumple con todas las normativas sanitarias y medioambientales, y así es, pero deberían hacer más hincapié en la necesidad de tirarlas en el lugar apropiado.
La imagen se repite cada semana en las estaciones depuradoras de aguas residuales. Toneladas de restos de toallitas húmedas se acumulan, y ocasionan muchos problemas para las compañías de gestión de residuos y de gestión del agua. El error parte de pensar que estas toallas son como una servilleta de papel. Por ese motivo tiramos las toallitas húmedas al WC, como si fueran papel higiénico.
Desechar las toallitas húmedas en el cubo de la basura
Las toallitas húmedas están hechas de fibras sintéticas, no se descomponen fácilmente y acaban depositándose a lo largo del sistema de desagüe de edificios y ciudades, por ello, las toallitas húmedas deben ser lanzadas al cubo de la basura, junto con el resto de residuos sólidos que generamos en nuestro domicilio. Muchas veces el problema viene generado por que los mismos fabricantes de toallitas húmedas no aclaran en qué lugar deberíamos tirarlas, lo cual genera confusión entre los consumidores.
Otro aspecto que contribuye a este problema es que el consumo del producto ha aumentado en el mercado, las toallitas húmedas son utilizadas por todo tipo de consumidores, tanto los mismos niños para su higiene personal y también adultos, lo que aumenta el peligro de colapso de la red de aguas de la ciudad. Su consumo es ciertamente muy transversal. El producto desechable de limpieza personal más emblemático de los últimos años, se ha popularizado muchísimo por su comodidad y limpieza y se ha convertido en una nueva tendencia de consumo de la población, como tamibén empieza a serlo el uso de Inodoros modernos con chorro de agua en nuestra sociedad.
Para que la población adquiera conciencia del problema que representan las toallitas húmedas al desecharlas directamente en el WC, las empresas que gestionan la red de agua han empezado a difundir el sobrecoste que genera para el conjunto de la sociedad el mal uso de estas toallitas.
Un gran desafío para las empresas municipales de gestión del agua
Por lo tanto, nos encontramos con que el uso de toallitas húmedas supone no sólo un desafío para el medio ambiente, sino que hace daño en el bolsillo para el conjunto de contribuyentes, un mayor gasto para destruir los residuos supondrá el pago de más impuestos y más tasas. De ahí que muchos ayuntamientos y provincias estén llevando a cabo importantes campañas de comunicación dirigidas a propiciar un cambio de hábitos en el consumo diario.
Finalmente no se trata que dejemos de comprar toallitas húmedas, que ciertamente son muy cómodas y han supuesto un cambio en las pautas de consumo e higiene de un gran número de personas. El consumo de toallitas húmedas no es perjudicial, pero sí debemos hacer un uso adecuado de ellas y un vez usadas, tirarlas a la basura y no al wc.
En los próximos meses veremos cómo se intensifican las campañas publicitarias para que lancemos las toallitas húmedas en el lugar donde corresponde, de igual modo que hace unos años las administraciones hicieron mucho hincapié en que separáramos de la basura el papel del cristal, del plástico, y de la basura orgánica. Las toallitas húmedas han sido un éxito de ventas en todo el mundo, y los fabricantes lo saben. Como consumidores no es necesario renunciar a usarlas, pero sí hacer un uso responsable de ellas. Sólo es necesario tener claro en qué lugar debemos tirar las toallitas para no causar más daño al medio ambiente y no obstaculizar las plantas depuradoras y recicladoras de agua.