Las hortalizas y verduras deberían ser parte de la base principal de nuestra alimentación diaria. Aportan una serie de vitaminas y nutrientes que no se suelen encontrar en el resto de alimentos. Además, existen múltiples variedades de verduras para probar decenas de recetas sanas y deliciosas. En estos casos, lo mejor es disponer de un pequeño huerto para poder cosechar aquellos alimentos que deseemos, ya que no hay nada más sano que lo que sabemos que es 100% natural. Para ello es importante tener en cuenta la estación del año para escoger bien las verduras y hortalizas de temporada. Y en este caso os explicamos diversas hortalizas para plantar en otoño.
Factores a tener en cuenta para plantar hortalizas en otoño
Como hemos comentado, el primer factor a tener en cuenta antes de empezar a plantar verduras y hortalizas es su estacionalidad. La temporada de otoño comprende las fechas entre el 22 de septiembre y el 22 de diciembre. Y durante este periodo de tiempo se pueden cultivar decenas de alimentos como ajos, acelgas, zanahoria, espinacas y guisantes. Alimentos que, además, ocupan poco espacio y forman parte de muchos platos equilibrados y apetitosos de nuestra gastronomía.
- Ajos. Los ajos pueden empezar a cultivarse en otoño, aunque se recomienda esperar hasta principios de diciembre. Deben plantarse con el suficiente espacio entre ellos como para que crezcan bien, y es importante no regarlos en exceso. Pueden recogerse al cabo de 4 meses.
- Acelgas. Antes de plantar acelgas debe estudiarse bien la previsión meteorológica de este otoño, ya que siempre es mejor evitar temperaturas bajas. Normalmente los otoños en nuestro país son relativamente cálidos, por lo que pueden plantarse acelgas hasta principios de diciembre.
- Zanahorias. Octubre y noviembre son los dos meses principales en los que cultivar zanahorias, diciembre es un mes con temperaturas demasiado bajas para este tipo de hortaliza. Las semillas deben plantarse a 30 cm de profundidad y con unos 10 cm de separación entre ellas. De dos a cuatro meses después ya pueden recogerse.
- Espinacas. Para plantar espinacas las temperaturas húmedas, sin exceso de frío o calor, son ideales, por lo que el otoño es la época perfecta, y mejor si se plantan a la sombra. Pueden recolectarse dos o tres meses después.
- Guisantes. Los guisantes pueden plantarse con heladas, frío y lluvias, por lo que es una apuesta segura durante todo el otoño. Una vez plantadas las vainas, se recogen 4 meses después cuando estén llenas y los guisantes tiernos.
Por qué tener un huerto en casa
Tener un huerto en casa conlleva muchos beneficios, empezando por el hecho de poder plantar y consumir tus propios alimentos libres de pesticidas en el agua. Además, si aquellas verduras y hortalizas que decidamos plantar no son demasiado grandes, lo cierto es que no es necesario disponer de un gran espacio para poner un huerto. Con una pequeña terraza o un balcón es más que suficiente.
Por otra parte, el hecho de cuidar de tu propio huerto ayuda a reducir el estrés y a aumentar la satisfacción personal. Es una actividad relajante y de rutinas tranquilas que también podemos aprovechar para pasar el rato en familia y enseñar a los más pequeños de la casa el ciclo de la naturaleza.
Cuidados del huerto
Disponer de un huerto también requiere de cuidados específicos para que las verduras, frutas y hortalizas nos aporten buenos nutrientes y tengan un buen sabor. Lo primero es el uso de fertilizantes, a poder ser orgánicos, para que no supongan ningún peligro a la hora de consumir los alimentos. También es necesario pensar en tratamientos contra plagas e insectos, orgánicos y naturales, para evitar posibles intoxicaciones.
Por otra parte, el acceso a luz y agua en una zona protegida del viento es fundamental, sobre todo teniendo en cuenta que el huerto necesitará un mínimo de 6 horas diarias de luz natural.
Por último, el agua es otro factor clave para unos buenos resultados en los alimentos del huerto. Un agua sin exceso de cal y sin substancias o bacterias nocivas es uno de los puntos imprescindibles para conseguir la máxima calidad en las verduras y hortalizas. Disponer de este tipo de agua en en el hogar puede conseguirse con un sistema de filtrado que proporcione agua osmotizada o bien con un equipo descalcificador que acabe con el exceso de cal que contiene el agua del grifo.