Cuando se trata de comer el español se olvida de conciencia ecológica. Así lo reveló un estudio de la Fundación BBVA el pasado agosto. Cada vez se recicla y reutiliza más, la bici le gana terreno al coche y las empresas, por imagen y presión social, van introduciendo prácticas medioambientalmente responsables. Pero en la mesa suspendemos.
Esta asignatura pendiente, sin embargo, se puede aprobar y son cada vez más los que cuidan que su cesta de la compra sea respetuosa con el medio ambiente. Sólo es necesario tener en cuenta una serie de recomendaciones, para conseguir seguir una dieta sostenible:
- Alimentos de productores locales: se reduce la contaminación generada por el transporte de los productos.
- Reducir el consumo de carne: la producción de carne requiere de mayor cantidad recursos, por ejemplo, de agua. Según datos de la ONU, hacen falta 7.000 litros de agua, frente a los 3.000 para un kilogramo de arroz.
- Adquirir alimentos ecológicos: la agricultura y producción ecológica asegura, entre otros, aspectos, que no se han utilizado pesticidas.
- Evitar los productos envasados. Las bandejas, plásticos y embalajes son un desperdicio que perjudica el medio ambiente.