Las personas mayores, los niños y los adolescentes son especialmente vulnerables a las consecuencias de la deshidratación.
Controlar la deshidratación de ciertos grupos de la población (sobretodo mayores y niños) es importante ya que en el caso de los mayores su mecanismo de detección e identificación de la sed está deteriorado, mientras que en los niños este sentido aún no se ha desarrollado lo suficiente. Por eso, en esta época del año, es muy importante controlar que se ingiere la suficiente cantidad de líquido, incluso SIN ESPERAR A TENER SED.