Unos cubitos hechos con agua de baja calidad puede arruinar de mala manera el cóctel más sofisticado que hayamos podido preparar con toda atención y lujo de detalles. Es un error de principiante seleccionar los mejores licores del mercado, las bebidas refrescantes de más calidad, la copa más bonita, pero no prestar atención a los cubitos de hielo es un error, sobretodo cuando en casa no tenemos instalado ningún sistema de tratamiento como el de ósmosis inversa.
El cóctel resultante no sólo nos defraudará a nosotros sino también a nuestros invitados. Y es que la calidad del agua tiene una gran repercusión en el sabor de las bebidas. Un ejemplo muy claro y sofisticado lo encontramos en los cócteles. Y es que más allá de cualquier ingrediente, el componente mayoritario en un cóctel no es el alcohol sino el agua. Los fabricantes de licores y de refrescos ya someten al agua a los tratamientos adecuados. Pero la preparación de los cubitos nos corresponde sólo a nosotros.
Cubitos con algo más que agua
El agua corriente acumula sustancias químicas como sulfatos, cloruros, nitratos, fluoruros, fosfatos, sílice, carbonatos, sodio, potasio, calcio, magnesio, hierro, manganeso, metales tóxicos y gases disueltos, que en función de la dosis, pueden alterar el sabor, el olor, la turbidez, la conductividad y el color natural. No sólo eso, sino que a largo plazo, pueden ocasionarnos problemas de salud. Además, en el agua puede haber bacterias o virus nocivos para nuestro organismo, la mejor manera de cortar por lo sano es instalar en casa un equipo de ósmosis. De esta manera podremos beber agua con total seguridad y preparar nuestros cócteles con cubitos hechos en casa.
El uso de los cubitos de hielo en el cóctel tiene una explicación: básicamente se usan para enfriar la bebida, y para potenciar su poder refrescante. Además el hielo nos ayuda a mezclar y estabilizar los ingredientes y hace que la percepción del alcohol se suavice. Cuando preparamos un cóctel, al cabo de unos minutos los cubitos se empiezan a derretir, por eso se considera que alrededor del 25% del contenido de un cóctel es en realidad agua derretida. Así que los cubitos de hielo pueden ensalzar o arruinar un cóctel, en función de la calidad del agua que tengamos para elaborar los cubitos.
El cubito enfría la copa y ayuda a mezclar y estabilizar sabores
En un cóctel podemos usar hielo en cubitos o bien, podemos usar hielo frapé, que viene a ser hielo raspado. Estos dos son los sistemas más habituales en coctelería, pero también podemos aumentar la sensación de frescura congelando la copa.
El contenido de hielo en un cóctel puede variar, pero usualmente es ¼. A partir de ahí se vierten los licores y se completa con bebidas refrescantes, zumos, etc. Finalmente, se aromatiza con pieles de frutas, esencias, especias… En el caso de los refrescos, es importante no mover mucho la copa para no eliminar el gas.
Para elaborar tu cóctel puedes basarte en las fórmulas clásicas o usar tu imaginación para sacar el bartender que llevas dentro. Eso sí siempre usando cubitos hechos con agua de la máxima calidad para no arruinarle la fiesta a nadie. 😉