Las plantas suculentas son una de las variedades más bonitas que existen, y por ese motivo, muchas personas las eligen para decorar su casa. Su apariencia es engañosa, ya que si bien está esponjada por su gran capacidad de almacenar agua, lo cierto es que mucha gente cree que por este motivo es una planta que no requiere de los cuidados que en realidad merece. Así que vale la pena saber cómo regar las plantas suculentas.
El tipo de agua con el que regamos las plantas también es muy importante. Hay zonas geográficas que poseen un agua con demasiado contenido en cal y sales, que es muy nocivo para el cuidado de las plantas. Por lo tanto el agua osmotizada es la mejor posible para poder cuidar a nuestras plantas suculentas.
Hojas y tallos acolchonados debido a su alto contenido en agua
Las suculentas tienen las hojas y los tallos bien acolchonados. Su apariencia es totalmente diferente a la de cualquier otra planta, y sus necesidades de cuidado, también. La gente cree que las plantas suculentas se parecen a los cactus, o que hasta incluso pertenecen a la misma familia. Por consiguiente, piensan que las suculentas son unas plantas que no necesitan agua ni ningún cuidado para crecer sanas.
Pero la realidad no es esta. Las suculentas son unas plantas que requieren de un cuidado continuado. Su apariencia de cactus nos podría hacer pensar que no hace falta que sepamos cómo, cuándo y cuánto se deben regar. Hay que darle a las suculentas el cuidado que les corresponden. Para ello hay que fijarse mucho en el aspecto que toma la planta, en especial el tallo y las hojas, y dependiendo de si la tenemos en el interior del domicilio o bien en el exterior, deberemos regarla más o menos.
Fijarse en el estado del tallo y las hojas para decidir si hay que regar
En todo caso se recomienda regar las plantas suculentas cada tres o cuatro días, pero siempre teniendo en cuenta que la planta necesita un buen sistema de drenaje. Dependiendo de si la planta suculenta está en el interior del domicilio, o de si el clima es húmedo o seco, tendremos que regarla más o menos a menudo.
Si el tallo y las hojas se secan y vemos que la planta adquiere una coloración morada, significa que tenemos que regar más la planta. Mientras que si la planta se hace aguada y las hojas empiezan a quedar traslúcidas, habrá que regar menos las plantas.