Cómo afecta la calidad del agua al lavar la ropa

Aparentemente podría parecer que todas las aguas son idóneas para lavar la ropa. Pero la realidad nos demuestra que la calidad del agua es determinante a la hora de conseguir nuestras prendas limpias. Para resumirlo, podríamos usar una frase bien clara y sencilla: cuando el agua es más pura, la ropa saldrá más limpia de la lavadora. Un descalcificador es la mejor solución para reducir la dureza del agua, y por consiguiente, el proceso de lavado de la ropa sea más eficaz y respetuoso con las prendas.

Para corroborar esta idea, a la hora de lavar la ropa sólo has de mirar la parte trasera de los detergentes y suavizantes que sueles comprar. Junto con la información del fabricante suele aparecer una tabla y un mapa ofreciendo información sobre la dosis a usar, dependiendo de las características del agua de la zona donde vives. Los domicilios que tienen instalado un descalcificador en casa pueden olvidarse de estas indicaciones, y usar siempre la dosis mínima recomendada de detergentes y suavizantes para la ropa.

Agua más pura, ropa más limpia

Los fabricantes dan esta información para lavar la ropa porque saben mejor que nadie que la cantidad de cal en el agua puede incrementar o reducir la dosis necesaria de jabones, detergentes y suavizantes en nuestras prendas. En el caso de España, se suele indicar que en el norte del país el agua es blanda, en el centro es equilibrada, mientras que en la zona mediterránea es dura. No obstante, esta clasificación no es exacta al cien por cien, y más vale analizar el agua de tu ciudad para ver si encaja en esta clasificación, para ello, te puede interesar realizar un test del agua en tu casa, en Culligan lo puedes conseguir de forma fácil, infórmate aquí.

La pregunta que cabe plantearse es la siguiente. ¿Qué relación tiene la dureza del agua con la cantidad recomendada de detergentes y suavizantes? La respuesta es bastante sencilla: a la hora de lavar la ropa, los jabones se disuelven en el agua. En todos los jabones y detergentes hay unas partículas que se llaman tensioactivos. Estas sustancias son las encargadas de eliminar la grasa, las manchas y la suciedad en nuestra ropa.

El exceso de cal resta eficacia a los detergentes y suavizantes

Lo que ocurre es que estos tensioactivos se desenvuelven mucho mejor si en el agua no hay un exceso de cal. Las aguas duras dificultan el trabajo y la eficacia de los jabones y de los detergentes. Un agua con demasiada cal no es el medio adecuado para la limpieza. Por eso si no tienes un descalcificador instalado en tu domicilio, debes usar siempre la dosis máxima de jabones y detergentes recomendada por los fabricantes.

Esto puede resultar un gran inconveniente, no sólo para el bolsillo sino también para el medio ambiente. Además, resulta perjudicial para las mismas prendas de ropa, ya que el exceso de cal se acumula en las prendas y daña las fibras de las que están compuestas nuestras camisetas, pantalones, camisas, etc.

Las manchas de cal en tu ropa oscura son una señal de alerta

Una prueba muy clara que el agua de tu domicilio está dañando tu ropa a causa del exceso de cal la vemos cuando al secar la ropa oscura, aparecen algunas rayas blancas o grises. Además lo notarás porque en cuanto se secan, los tejidos se vuelven rígidos y duros cuando los tocas, exactamente como si estuvieran acartonados.

Ante este problema, tienes varias soluciones a tu disposición. Una es, como te recomienda el fabricante, usar una cantidad mayor de detergente. No obstante, esta solución no es buena a largo plazo, ya que estarás gastando mucho dinero al cabo del año en productos de limpieza únicamente por culpa de la dureza del agua.

El descalcificador es la mejor solución para la dureza del agua

Otro truco es usar el programa de lavado con agua caliente. Como sabes, todos los detergentes funcionan mejor cuando trabajan en agua a alta temperatura, ya que el calor ayuda a que se disuelvan mejor los principios activos de los jabones y suavizantes, aunque lo que es positivo para el jabón no lo es para la ropa. El agua caliente daña las fibras de la ropa, y puede hacer que tus prendas se encojan y se deterioren incluso en una sola lavada.

Los mismos fabricantes de detergentes recomiendan usar algún producto antical para mitigar la dureza del agua. En el mercado hay pastillas que neutralizan parte del contenido de cal del agua. No obstante, ésta no es una buena solución a medio o largo plazo. Es siempre mejor que cortes por lo sano e instales un descalcificador en tu domicilio.

Los descalcificadores eliminan el exceso de cal en el agua. Se instalan en la toma del agua principal de tu domicilio, y desde el momento de su instalación, puedes disfrutar del agua más ligera y pura, no sólo para lavar la ropa sino también para dejar una vajilla impecable, ducharte o beber agua de calidad.