Agua-dura

Trucos para combatir los efectos del agua dura en casa

Agua dura o agua calcárea es la que tiene un alto contenido en minerales, fundamentalmente magnesio y calcio. Desde el punto de vista del usuario doméstico, tener agua dura en casa supone un gran inconveniente, no solo para nuestro paladar sino también para el uso y la durabilidad de nuestros electrodomésticos de cocina y baño.

Un agua excesivamente dura, igual que un agua demasiado blanda, no tiene buen sabor, dada su alta concentración de minerales. De ahí que muchas personas que viven en regiones que se caracterizan por la dureza de su agua opten por instalar sistemas de descalcificación para rebajar la mineralización. Un agua dura tampoco es conveniente para cocinar, ni para realizar infusiones, como tampoco para regar determinadas plantas.

Nos daremos cuenta de que el agua es dura cuando en piezas de la vajilla como platos, vasos o cubiertos aparezcan rastros de cal después de haberlos lavado. Por otro lado, otra de las consecuencias de tener agua dura es que acorta la vida útil de electrodomésticos como la lavadora o el lavavajillas. Compraremos pastillas anti cal para evitar que las máquinas se estropeen y para mejorar el proceso de limpieza.

Vinagre y limón contra el agua dura

Como complemento a los productos que nos ofrece la industria, tenemos a nuestro alcance algunos trucos caseros para combatir los efectos del agua dura en casa. Básicamente podemos hablar del zumo de limón y del vinagre como los dos grandes remedios que podemos emplear para quitar la cal que se deposita en los baños y la cocina. El zumo de limón y el vinagre se caracterizan por su bajo PH. El del zumo de limón es de 2,4 mientras que el del vinagre es del 2,9.

Aplicados directamente podremos atacar las manchas más grandes o muy sucias para hacer limpieza a fondo. Es el caso de los grifos, que podemos limpiarlos con un algodón empapado en el zumo de medio limón. Para lugares menos sucios, o donde la suciedad está más repartida no conviene aplicar los ácidos directamente sino que es recomendable que diluyamos en agua. Para cristales o mamparas, diluiremos un chorro de vinagre en un litro de agua y con la ayuda de un vaporizador limpiaremos como habitualmente.

El lavabo se puede lavar con una mezcla de vinagre y bórax, mientras que en lavadoras, lavavajillas y cafeteras podemos reducir la cal usando agua, limón y vinagre en un ciclo sin ropa, vajillas o café.

Sin embargo, estos remedios caseros solo son una pequeña ayuda. Lo ideal es acudir a los profesionales para instalar equipos de descalcificación adecuados.

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